viernes, 29 de mayo de 2015

EDIPO REY Y SU MADRE


Edipo siguió su camino como si nada, acababa de matar a su padre sin saberlo y fresco el muchacho. Por el camino le salió un engendro llamado La Esfinge que era cuerpo de  león y cabeza de mujer, un castigo de la diosa Hera contra Tebas y no se sabe porqué. El bicho ese preguntaba a los viajeros una adivinanza y si no la resolvían los aventaba a un abismo el hijuemadre donde se amontonaban los esqueletos de sus víctimas.
El acertijo era este: ¿Cuál es el animal que anda en cuatro patas al amanecer, en dos a medio día y en tres por la noche? Edipo se sonrió y le dijo: pues el hombre, cuando bebé anda en cuatro, crece y camina en dos y en la vejez se apoya en un bastón? Como esa era la respuesta La esfinge se arrojó al abismo y se mató. Mientras tanto en la ciudad se sabía la noticia de la muerte de Layo y la de la Esfinge. El rey encargado decretó que el que matara al monstruo sería coronado, así que nada más entrar Edipo lo cargaron en hombros como a un héroe y lo llevaron al palacio donde lo coronaron y le presentaron a la reina.
Recuerden que esta era Yocasta y era la madre biológica de Edipo pero este no lo sabía y se enamoró de ella y se casaron y dele que dele a la cuestión que tuvieron cuatro hijos, como para una telenovela, ¿no les parece? Dos hombres: Etéocles  y Polinice,  luego dos mujeres: Itsmenia y Antígona. Algo pasaba en el Olimpo porque los dioses no hacían sino mandar desgracias sobre Tebas y nadie sabía por qué.  Pero recuerden que los griegos tenían Fe absoluta en el Oráculo, así que Edipo se fue a consultarlo.
La respuesta fue sencilla pero Edipo no sabía que hacer. Dijo el adivino que mientras siguiera vivo el asesino de Layo las desgracias seguirían. Y busque por todas partes hasta que otro oráculo dijo que Edipo era el asesino y por derecha se vino a enterar que era su propio padre. Ahí si fue la tragedia completa. Yocasta tenía cuatro hijos con su propio hijo que a la vez eran sus nietos y Edipo tenía cuatro hijos que a la vez eran sus hermanos. La pobre mujer quitó una sábana de la cama y con ella se colgó de una viga del techo. Cuando Edipo supo la historia se sacó los ojos con su propio cuchillo. En esa época no existían los periódicos ni noticieros sensacionalistas que si no, hubieran llenado primeras páginas.
Y miren que los malos hijos no son invento de esta época, Eteocles y Polinice, sus dos hijos varones con Yocasta lo sacaron ciego a patadas y hasta le echaron los perros para que se fuera más rápido. El pobre no sabía que hacer pero siempre hay una mano caritativa en el camino y esta se la dio su hija Antígona que lo acompañó hasta el final de su vida. De esta historia nace lo que llaman los psicólogos el complejo de Edipo pero creo que le dedicaré otro artículo.

Edgar Tarazona Angel

domingo, 17 de mayo de 2015

EDIPO, EL DE LOS PIES HINCHADOS


Mucho se nombra a Edipo y casi nadie sabe quién es, lo que más se oye es el complejo de Edipo y como me gusta colaborar para resolver dudas aquí va la historia de este héroe. Mucha atención:
El rey de Tebas llamado Layo, estaba casado con Yocasta y tenían todo lo que una pareja desea como palacios, oro, joyas, fincas… hagan de cuenta un político o un traqueto colombianos pero en Grecia antes de Cristo, y no me pregunten la fecha porque esa si se me olvidó. El asunto es que el rey quería tener un hijo y le bregaba al asunto con su mujer pero nada de nada, pasaban noches enteras dándole al asunto y ella no quedaba embarazada.
Layo, como buen griego, creía en el Oráculo, que era un adivino que se las sabía todas, y le preguntó qué pasaba; este le respondió que mejor dejara ese deseo porque si llegara a tener un hijo, ese mismo muchacho lo mataría. Con esta razón tan verraca a Layo se le quitaron las ganas de ser padre y hasta las de fornicar con Yocasta, que entre otras cosas era una mamacita de esas de calendario. Pero cuando a una mujer se le mete algo en la cabeza es más fácil quitarle la cabeza que la cosa y, como el tipo le volteaba el rabo para no determinarla en la cama, la bendita se consiguió un afrodisiaco que levantaba hasta muertos y se pueden imaginar el resto…
De esa maratón de catre doña Yocasta quedó muy cansada pero con cara de satisfacción y esperando bebé; cuando este nació su padre, el del niño no el de ella, pensó en matarlo pero no se atrevió. Mandó un soldado que lo colgara de un árbol por los pies para que lo devoraran las fieras del bosque. Como se puede suponer el peladito chillo como un marrano en el matadero y un pastor que lo escuchó lo llevó a su casa, lo curó y lo crió. Le puso de nombre EDIPO que significa pies hinchados ¿Cómo la ven? Pasado un tiempo el pastor recordó que el rey de Corinto llamado Pólibo y su esposa Mérope también deseaban un hijo y no podían, entonces lo llevó donde la pareja real que lo adoptó con mucha alegría. Y no se si le dieron recompensa al pastor, supongo que si.
Edipo creció convencido que Pólibo y Mérope eran sus padres pero en la escuela de su época un muchachito de esos fastidiosos lo envenenó con el cuento de que esos no eran su padre y madre y que él era un recogido. Tanto jodió que Edipo fue al Oráculo y este le dijo que su destino era matar a su padre y casarse con su madre; y como estaba convencido de que sus padres eran quienes lo habían criado huyó de Corinto para que no se cumpliera la profecía.
No sé si había maletas en esa época pero supongo que en alguna parte empacó sus trastos y salió de noche y a escondidas para no regresar jamás; como no había transporte masivo ni taxis pues le tocó a pura pata y por el camino un carro de esos tirados por caballos le machuco una pata y Edipo se agarró a madrazos con el chofer y de las palabras pasaron a los hechos, como los fanáticos del fútbol de hoy, hasta que el conductor cayó muerto por arma blanca… bueno, hasta aquí no va nada raro, pero siéntense bien en sus sillas que viene lo bueno, el muerto era nada más y nada menos que Layo, el verdadero papá de Edipo que iba en busca del Oráculo para que le diera un remedio para una plaga que los tenía jodidos en Tebas.
Como es suficiente por hoy, dejo el resto para el próximo artículo que va a estar mejor, se los aseguro.

Edgar Tarazona Angel