Cuando niño escuche en
alguna clase el nombre de dios Pan y pensé que era el Dios de los panaderos,
pero no, con el paso del tiempo y la curiosidad por la mitología griega
encontré las respuestas.
Este era el Dios de los
pastores, era mitad humano y mitad animal y me explico: no de izquierda a
derecha con un eje vertical si no de la cintura para arriba casi hombre con
cuernos y una barba de chivo; de la cintura para abajo macho cabrío. Todo su
cuerpo estaba cubierto de pelo y sus patas terminadas en pezuñas. PAN en griego
significa todo; ¿pero todo de qué? Y
reflexioné acerca de las regiones donde se acostumbra tener relaciones con
animales y me imaginaba campos extensos llenos de centauros que en vez de medio
caballo era medio burro o medio mico o media gallina… pero dejemos quieta la
imaginación.
Su origen es bastante
confuso y hay varias versiones; las dos más afectadas son: la curiosa de Penélope, la leal y fiel esposa de Ulises,
aburrida de esperarlo, dice la leyenda, tiene una relación con el dios Hermes y
les salió el Panecito. Otra afirma que es hijo de Zeus y una ninfa pero
aparecen varias de ellas en la lista de las posibles. Pero no quiero extenderme
en la genealogía del personaje.
Vivía en los bosques en
compañía de las ninfas en una gruta del Parnaso llamada Coriciana. Tenía un agudo sentido de la
música y tocaba varios instrumentos de viento que son llamados flauta de pan.
Uno de ellos es el llamado capador o
zampoña que es una serie de tubos de caña de diferente longitud para
lograr las distintas notas musicales; el otro, también de caña, se asocia con las
flautas indecisas como la Quina, la ocarina y la siringa, muy comunes entre los
indígenas del nuevo mundo y eso que por aca abundaba era la arepa de maíz y no
el PAN…
En Roma se le identifica
como Fauno con las mismas características del Dios griego. Es una imagen del
deseo sexual masculino y los apetitos desordenados, por eso en las bacanales
(Por Baco, su compadre) o fiestas Dionisiacas en Grecia (Por Dionisos el dios
del vino, compadre de Pan también). Igual puede ser el Dios de los mirones porque se
esconde entre los arbustos a espiar a las ninfas cuando se bañan y luego
persigue a uno de a una de ellas hasta alcanzarla para calmar sus apetitos,
aunque parece que a ellas no les disgustaba para nada porque feo y todo pero
tenía su gracia de la cintura para abajo.
Puede ser también el Dios de
los culebreros, los curanderos y los hechiceros porque tiene el Don de curar
con hierbas y plantas naturales. Sus habilidades musicales y manuales lo hacen
muy atractivo para los campesinos de la época y para los jóvenes enamorados que
creen encontrar filtros mágicos para
someter a sus caprichos a las jóvenes campesinas.
Pero sus conquistas o
violaciones no se limitan a las ninfas, también asaltaba muchachas campesinas
desprevenidas y muchachos; el tipo se adelantó a nuestra época y era bisexual,
pero ahora que me acuerdo en algunas clases anteriores hable de Hércules que
tenía la misma costumbre y si me atengo a la historia parece que en Grecia este
tipo de relaciones no era mal visto y todos los grandes pensadores y militares
de la época tenían amantes femeninos y masculinos. O sea que le daban por
parejo a las dos carnes.
Pan representaba a
toda la naturaleza salvaje. De esta forma, se le atribuía la generación del
miedo enloquecedor. De ahí la palabra pánico que, en principio,
significaba el temor masivo
que sufrían manadas y rebaños ante el tronar y la caída de rayos. Mis queridos
lectores, deje de escribir porque en algún momento me entro un miedo pánico
pero ya se me salió. Hasta la próxima.
De mi libro Mitología
Griega con humor
Edgar Tarazona Angel
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