martes, 3 de mayo de 2016

NARCISO, EL MAS LINDO DEL OLIMPO Y SUS ALREDEDORES


NARCISO, EL MÁS LINDO DEL OLIMPO Y SUS ALREDEDORES
Era un joven hermoso, como el Brad Pitt del Olimpo. Todas las bellezas de esa época se enamoraban de él pero no les hacía caso. Escuchen bien, no era porque le gustaran los hombres, lo que pasaba era que se sentía tan pero tan hermoso que estaba seguro que la única persona que le llegaba a su altura era él mismo, como les parece. Pero como siempre sucede desde que el mundo es mundo, una de las rechazadas era nada más y nada menos que la ninfa ECO (no sé si les conté que era una chica chismosa, que había desobedecido a Hera, la mujer de Zeus, y fue condenada a repetir las últimas palabras de las personas); con este defecto no podía conversar con Narciso y confesarle su amor.
Un día el lindo caminaba por el bosque y se sintió observado, entonces preguntó: ¿Hay alguien aquí? Y Eco respondió: Aquí, aquí… y salió con los brazos abiertos a recibirlo. Como ya les dije a Narciso nada que le gustaban las mujeres por bellas que fueran y le dieran papaya para lo que quisiera, por lo tanto la rechazó y la pobre se metió en una cueva a llorar a moco tendido como se decía antaño y poco a poco se desvaneció en el aire hasta que solo quedó su voz, que es la que se oye en algunos sitios.
Por alguna razón que no me chismosearon Némesis, la diosa de la venganza, se enfureció por la actitud del muchacho y me hace pensar que a lo mejor tenía sus enredos con Eco, digo yo pero no me crean mucho; entonces para castigarlo lo condenó a enamorarse de su propia imagen reflejada en el agua. Y así fue que un día Narciso con una sed la hijuemadre se arrodilló a beber agua de un charquito y al verse  reflejado pensó porqué seré tan lindo y no pudo separarse de ese sitio mirándose hasta que decidió arrojarse a las aguas y supongo que murió ahogado. Según mis cálculos, que son diferentes a los de los historiadores, no creo que durara mucho mirándose porque de noche no se veía nada y fueron unas horas y mas na, como dicen los costeños.
Para terminar esta triste historia, en el lugar donde feneció este bello chico creció esa flor tan bonita llamada Narciso. Pero en la actualidad yo conozco varios hombres con este nombre más feos que un carro viejo por debajo

 Edgar Tarazona Angel

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