martes, 18 de octubre de 2016

EL COMPLEJO DE EDIPO

Todos hemos escuchado en algún momento lo del Complejo de Edipo y sacamos la conclusión inmediata y fácil que es el apego de los niños varones por su madre. Eso dice el psicoanálisis y es correcto. Pero donde se originó esto? Mis queridos lectores, el asunto nació en la mitología griega y es muy interesante. No me alargo en la presentación y a lo que vinimos vamos, dijo una señora tan famosa que ya ni me acuerdo quien fue.
Les resumo la historia de Edipo porque ya la he contado en otras oportunidades. Este fue hijo de Layo y Yocasta; como el oráculo le dijo que algún día su hijo  lo iba a matar,  llamó un soldado para que lo asesinara pero, este lo colgó de una pata en un árbol, donde lo encontró un pastor, pero la patica le quedó hinchada para siempre (Edipo quiere decir pie hinchado). Como no se parecía a ninguno de sus padres adoptivos le entro la duda y le consultó al oráculo (no sé si había por todas partes como los curanderos de ahora o era uno solo). Este le dijo que mataría a su padre y se casaría con su madre (con la de él, no la del lector). Bueno, en resumen se fue a buscar su destino sin saber quiénes eran sus progenitores y llegó al reino de Layo.
Por el camino se cruzó con un viajero que iba en un carruaje de esos tirados por caballos y le pisaron un callo, como eso duele Edipo le arreó la madre al conductor y lo desafió a pelear. Como los griegos eran bastante aficionados a darse en la jeta el chofer se bajó y Edipo lo mató, sin saber que era su propio padre que iba en busca del oráculo, para preguntarle como hacía para librarse  de la Esfinge que no dejaba pasar ningún viajero y con una preguntica rara que no le contestaba nadie los mataba. Este pedazo ya lo saben y no quiero repetirlo. A la vuelta de la esquina se encontró La Esfinge y resolvió el acertijo; después siguió su camino y al llegar a la ciudad lo esperaban con pólvora y banda marcial. El viejo Layo ya los tenía aburridos y como supieron la noticia de la desaparición de la alimaña (la esfinge, no Layo) lo coronaron rey y lo casaron con Yocasta, su madre, que según las noticias estaba muy buena.
A los dioses no les gustó ni poquito este matrimonio y se la dedicaron al reino con tempestades, huracanes y terremotos. Edipo consulto al oráculo (para mí que este hacia mucho billete con tanta pregunta que debía resolver) este le dijo que mientras no se supiera quién era el asesino de Layo seguirían las desgracias. Edipo fue donde otro sabio que le confesó la verdad. Al saberla Yocasta se ahorcó con una sábana pero la historia no dice si era nueva o de las usadas. Edipo, lleno de remordimientos se sacó los ojos con su propio cuchillo. No hay fotos pero en estos días sería primera plana de los diarios sensacionalistas.

Qué pena con mis lectores, casi olvido algo importante y es que Yocasta y Edipo procrearon cuatro hijos; dos hombres y dos mujeres con unos nombres tan feos que me los callo.  El asunto es que Eteocles y Polínice, los dos varones (los dije sin querer) al ver a su padre ciego lo sacaron a patadas del palacio y el pobre ya pensaba pedir limosna cuando lo encontró su hija consentida, Antígona, que lo cuidó hasta el día de su muerte. Por eso el amor poco natural de un hijo por su madre recibe el nombre de Complejo de Edipo. Los dramaturgos griegos escribieron dramas y tragedias con estos temas.

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