Como me retiro por semanas y, por una
parte, mi memoria falla y por otra tengo
un desorden fenomenal en mis archivos; quiero reubicarme para seguir contando
la ODISEA. Habíamos quedado en que Ulises y sus hombres dejaron ciego a
Polifemo el cíclope y se embarcaron en sus naves para seguir su camino a Ítaca
su tierra.
Terminada la guerra de Troya Ulises y
sus hombres emprendieron el regreso a su tierra y esta es una de tantas
aventuras que les ocurrieron durante los diez años que duró la travesía. Ante
todo CIRCE era una diosa hechicera que habitaba la isla de EEA y convertía en
animales a todos los hombres que llegaban a su isla por medio de bebedizos y
pociones mágicas. En la Odisea ubican su mansión en medio de un bosque y rodeada de toda clase de animales que eran,
nada más y nada menos que los hombres convertidos en bestias.
No sé si ahora existen muchas
hechiceras alumnas de Circe, esta bruja encantadora de la ODISEA pero lo que sí
es cierto es que muchos varones que conozco se han dejado transformar en
marranos. Además, en la cultura popular se dice que “Consiguió marrano” cuando
una mujer ya vieja o bien recorrida levanta pareja para casarse, pero ese no es
el tema de este relato sino de CIRCE, la que aparece en la obra de Homero (el
poeta griego, lo aclaro porque hoy los estudiantes al oír este nombre siempre
piensan en los Simpson).
Sin saberlo, Ulises desembarcó en
esta isla y mandó parte de sus hombres al castillo donde fueron atendidos muy
bien por mujeres encantadoras que les dieron el brebaje que los convirtió en
cerdos. Pero uno de ellos, muy tímido, no quiso entrar al palacio y por una
rendija vio lo que le estaba ocurriendo a sus amigos y arrancó a toda velocidad
donde su jefe a contarle el chisme. Este tipo era Arquiloco, vaya nombrecito.
Nuestro héroe, o sea Ulises, partió para ayudar a sus hombres y por el camino
se encontró un muchacho muy formal que le dijo que no se las tirara de matón
que esa vieja era más fuerte y astuta que él. Resulta que el joven era el dios
Hermes que le dio una poción mágica para contrarrestar el efecto del brebaje que administraba la bruja, digamos el
antídoto. Dicho y hecho, nuestro héroe llegó y la bruja, que era una miss
universo de lo buena que estaba le dio su jarrado de bebedizo y Ulises como si
nada.
Como ocurre en unas historias, la
mala se enamora del bueno y así sucedió con Circe; se pegó la traga mas
hijuemadre y se le arrodilló y le lloró para que la quisiera aunque fuera un
poquito. Ulises aprovechó para decirle que si le hacía lo que quisiera pero que
sus hombres pasaran de nuevo de cerdos a seres humanos, cosa que no pasa con
los maridos y los varones cerdos de nuestro tiempo, hoy el que es marrano sigue
marrano y no hay Ulises que valga. Pues la hermosa hechicera devolvió la
humanidad a todos los animales de la isla y hasta les dijo que disfrutaran de
todo lo que vieran, incluidas las hermosas muchachas que les servían… y quién
dijo miedo, muchachas a discreción y se armó la orgía más tenaz que puedan
imaginarse (esto no puedo contarlo porque me tildan de pornográfico), claro que ella si tuvo su luna de miel privada
con su héroe.
Y como dice una canción de José José
“hasta la belleza cansa y el amor acaba…” y Ulises quería llegar a su casa
donde lo esperaba su fiel esposa Penélope. Esa historia se la cuento la próxima…
si no se me olvida. Pero no se imaginen que se aburrieron del sexo gratis de la
noche a la mañana, la fiestecita les duró un año completo. Bueno, ella no
quería que él se fuera pero, como le había prometido que los dejaba ir ni modo.
Para terminar les dejo este chisme: uno de los hombres de Ulises se emborrachó
hasta enlagunarse y se durmió en la terraza y al otro día cuando se dio cuenta
que ya se iban y con la borrachera viva en vez de bajar por las escaleras se
cayó de la terraza por el otro lado y pum, se mató por pendejo. Solo quedó su
nombre: Elpenor, por si acaso lo preguntan.
Edgar Tarazona Angel
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