Es hijo de Cronos, el padre malvado
que devoraba a sus hijos tan pronto nacían para evitar que algún día lo
destronaran, según el oráculo, pero esa fue otra historia que ya conté. Hades
es el dios del inframundo, algo así como los infiernos cristianos, pero también
el patrono de los muertos, o del país de ellos, si lo prefieren. Es el hijo
mayor de Cronos y Rea y cuando asociado con sus hermanos Zeus y Poseidón, y
otros seres mitológicos, derrotaron a su padre se repartieron así el mundo:
Zeus el cielo y la tierra, Poseidón los océanos y las aguas y Hades el inframundo que es la morada de los
muertos.
Es bueno aclarar que el término
infierno es un poco ambiguo, según cada religión. El sitio de castigo para los
muertos griegos era el Tártaro, una
especie de mazmorra para torturas y sufrimientos, algo así como un mal
matrimonio para toda la vida. Este lugar de los muertos recibe el nombre por
algunos autores de Érebo y allí van
todos los que dejan este mundo. Los buenos se quedan allí y los malos para el
Érebo a sufrir y pagar lo que hicieron en vida. No dice la mitología si allá
van a parar los políticos pero pienso que sí.
Así como en la iglesia Católica
existe el cielo, el purgatorio y el infierno, en el Hades hay tres niveles: Campos
Elíseos, que ahora quedan en Paris y allí termina el Tour de Francia (mentiras
es una pendejada que se me ocurrió, en esa época no existían ni parís ni las
bicicletas). El segundo nivel eran Los campos Asdófelos y no me pregunten nada
porque ni la menor idea con que se come esta joda; y el tercer nivel el Tártaro
que ya les mencioné donde se van a encontrar los políticos, los comentaristas
de fútbol y algunos árbitros.
Para los helenos la entrada al mundo
de Hades se hacía cruzando el rio Aqueronte en una lancha que manejaba Caronte,
que recibía como pago una moneda que colocaban en la boca del muerto para pagar
el pasaje. En transmilenio y otros transportes masivos de las ciudades
despachan al inframundo a los descuidados y me imagino que pagan con la
tarjeta. Los pobres, igual que siempre, no tenían la moneda y se quedaban en la
orilla esperando cien años, por fortuna ya estaban difuntos y no sentían hambre
ni sed ni frio.
Al otro lado del rio quedaba una
puerta custodiada por Cerbero, un perro tamaño elefante de tres cabezas que fue
derrotado por Hércules en uno de sus doce trabajos que ya les conté el otro
día. Bueno, hay un reguero de historias relacionadas con Hades y su reino de
los muertos pero por ahora dejo en este punto porque ya me dio miedo y no
quiero hacerle compañía a los del Tártaro. Buenas noches y cuidado con el perro.
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