sábado, 17 de septiembre de 2016

HADES, EL PATRÓN DE LOS MUERTOS Y DE LOS INFIERNOS




Es hijo de Cronos, el padre malvado que devoraba a sus hijos tan pronto nacían para evitar que algún día lo destronaran, según el oráculo, pero esa fue otra historia que ya conté. Hades es el dios del inframundo, algo así como los infiernos cristianos, pero también el patrono de los muertos, o del país de ellos, si lo prefieren. Es el hijo mayor de Cronos y Rea y cuando asociado con sus hermanos Zeus y Poseidón, y otros seres mitológicos, derrotaron a su padre se repartieron así el mundo: Zeus el cielo y la tierra, Poseidón los océanos y las aguas y Hades el inframundo que es la morada de los muertos.
Es bueno aclarar que el término infierno es un poco ambiguo, según cada religión. El sitio de castigo para los muertos griegos era el Tártaro, una especie de mazmorra para torturas y sufrimientos, algo así como un mal matrimonio para toda la vida. Este lugar de los muertos recibe el nombre por algunos autores de Érebo y allí van todos los que dejan este mundo. Los buenos se quedan allí y los malos para el Érebo a sufrir y pagar lo que hicieron en vida. No dice la mitología si allá van a parar los políticos pero pienso que sí.
Así como en la iglesia Católica existe el cielo, el purgatorio y el infierno, en el Hades hay tres niveles: Campos Elíseos, que ahora quedan en Paris y allí termina el Tour de Francia (mentiras es una pendejada que se me ocurrió, en esa época no existían ni parís ni las bicicletas). El segundo nivel eran Los campos Asdófelos y no me pregunten nada porque ni la menor idea con que se come esta joda; y el tercer nivel el Tártaro que ya les mencioné donde se van a encontrar los políticos, los comentaristas de fútbol y algunos árbitros.
Para los helenos la entrada al mundo de Hades se hacía cruzando el rio Aqueronte en una lancha que manejaba Caronte, que recibía como pago una moneda que colocaban en la boca del muerto para pagar el pasaje. En transmilenio y otros transportes masivos de las ciudades despachan al inframundo a los descuidados y me imagino que pagan con la tarjeta. Los pobres, igual que siempre, no tenían la moneda y se quedaban en la orilla esperando cien años, por fortuna ya estaban difuntos y no sentían hambre ni sed ni frio.

Al otro lado del rio quedaba una puerta custodiada por Cerbero, un perro tamaño elefante de tres cabezas que fue derrotado por Hércules en uno de sus doce trabajos que ya les conté el otro día. Bueno, hay un reguero de historias relacionadas con Hades y su reino de los muertos pero por ahora dejo en este punto porque ya me dio miedo y no quiero hacerle compañía a los del Tártaro. Buenas noches y cuidado con el perro. 

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