Primero quiero contarles que es un vellocino; cuando leí por
primera vez la historia de este vellocino pensé que era el cuero de la oveja
pero no, es la lana que resulta de esquilarla o, mejor dicho la lana total. Ahora
si puedo empezar la historia.
Hace siglos también los maridos se aburrían de la esposa
legítima y se iban con la primer fufurufa que se les atravesaba por el camino;
pues el rey de esta historia estaba casado con Nefele y se fue con Ino. Con la
primera tenía dos hijos, un varón llamado Frixo y una niña, Hele. La tal Ino
era bien mañosa y marrullera y se imaginó que cuando Frixo creciera iba a reclamar
el trono que se imaginaba para ella, entonces la hijuemadre vieja hizo tostar
todas las semillas de trigo que tenían para sembrar ese año para que no hubiera
cosecha.
Recuerden que los griegos no hacían nada sin consultar el
oráculo, así que Ino, la moza del rey, le dio oro al oráculo para que dijera lo
que a ella le convenía y era que debía sacrificar al niño para que brotara el
trigo, que tal la desgraciada como diría la señorita Laura. El pueblo hambriento
le pidió al rey que cumpliera la orden del oráculo y el pobre viejo lo envió al sacrificio. Pero como esto es mitología y
todo puede pasar, cuando el verdugo le iba a dar la puñalada mortal, apareció
volando un cordero amarillo con alas que lo llevó por los aires y sobre su lomo
ya estaba acomodada Hele, la hermanita de Frixo.
Hermes, el mensajero del Olimpo era el que mandó este ovejo
porque Nefele la mamá de los niños le rogó que los salvara de las garras de la
amante de su marido; la bendita niña era hiperactiva y por estar brincando
encima del animal se cayó al mar y se ahogó, ese pedazo de mar recibió el
nombre de Helesponto que significa el mar de Hele. Fuera de llorar y gemir el
animal y el niño no podían hacer nada más asi que siguieron volando hasta un país
llamado Cólquida donde el rey los recibió con todas las de la ley, que no se
cuales son pero supongo que los recibió muy bien.
Pasado el tiempo el rey de nombre Eetes casó a Frixo con una
de sus hijas y este en agradecimiento mató al ovejo y yo me pregunto, ¿qué mal
le hizo el animalito a este pendejo para que lo sacrificara? Es como el chiste
de la mujer que le dice al marido que de aniversario va a matar el pavo que
tienen engordando y el maride le dice qué culpa tiene el pavo y más bien mate
al hermano que fue el que los presentó. Bueno, pues muerto el ovejo Frixo hizo
curtir el cuero y resulta que el color amarillo de la lana eran hebras de oro
puro y se lo regaló al suegro. El viejo hizo colgar este cuero de un árbol y
puso un dragón a cuidarlo. Esta es la leyenda del Vellocino de oro.
Yo soy muy metiche y mal pensado, ¿cómo es que un regalo tan
lujoso no se coloca en la pared de un salón del palacio para que puedan
admirarlo muchas personas y se cuelga en un árbol donde solo puede verse desde
lejos por miedo a un terrible dragón? Es como comprar un cuadro de Picasso y
colgarlo de la pared del solar. Como ahora no abundan los solares les explico a
los jóvenes que los desconocen que son lotes grandes que existían detrás de la
vivienda y donde se hacía la huerta casera y otras necesidades.
edgar tarazona angel