domingo, 15 de junio de 2014

EL REY MIDAS. OREJAS DE BURRO

EL REY MIDAS. OREJAS DE BURRO

Midas, por donde se le mire nunca se le representa como una persona demasiado inteligente. Sólo piensa en las riquezas materiales y sin querer ofender a nadie la inteligencia de hacer dinero no es una de las que pasan a la historia. En la historia antigua, exceptuando tal vez a Mecenas y a Craso, pocos ricos son recordados, o sino díganme ustedes cinco, en cambio filósofos, guerreros, gobernantes si.
Tras la muerte de Orfeo, Dionisos dejó Tracia. Su guardián Sileno, borracho y feliz como siempre, se perdió por el sendero y unos agricultores  lo llevaron ante Midas. El rey,  fan de Dionisos los reconoció y organizó un banquete en su honor, pero no banquete de los de ahora con tres o cuatro tristes y chichipatos platos, no señor, diez platos diferentes.
 Dionisos  quiso agradecer el gesto de Midas y le concedió tres deseos. Midas deseó que todo lo que tocase se convirtiese en oro. El deseo se cumplió y muy pronto se vio rodeado de lujo y tesoros pero la dicha le duró hasta que quiso comer y todo se convertía en el dorado metal. Incluso el vino, un don de Dionisos, se convertía en oro líquido al tocar sus labios.
Entonces, Al darse cuenta de que así estaba con­denado a morir de hambre y sed, Midas le pidió su segundo deseo, que le quitara el toque de oro. Así lo hizo Dionisos, que le ordenó lavarse las manos en el río Pactólo, y desde esa época se encuentra oro en ese río, vayan y lo comprueban mis muchachos.
Después de su curación a menudo pasaba los días al aire libre, Midas se convirtió en un devoto seguidor de Pan, ¿lo recuerdan? dios de la naturaleza que había conseguido tal virtuosismo con la flauta que llegó un momento en que se atrevió a retar a un concurso nada menos que a Apolo, para demostrar quién era mejor. Midas estuvo presente en el concurso y se mostró incondicionalmente entusiasmado ante la actuación de Pan. Pero a continuación Apolo interpretó una pieza magistral que convenció a Tmolus para darle el premio. Todos estuvieron de acuerdo con la decisión menos Midas, Apolo se puso tan furioso ante tanta estupidez que convirtió sus orejas en las de un burro.
Midas, decidió desde entonces cubrirse la cabeza con el gorro de  Frigia y no sé si de allí nació la idea de colocarlo en nuestro escudo nacional, por lo de tapar orejas de burros. Sólo su peluquero conocía su defecto y estaba obligado a guardar el secreto, pero el hijuemadre  no pudo resistir el peso del secreto  e hizo un agujero en la tierra en el que susurró que Midas tenía orejas de burro. Después de quitarse ese peso de encima, tapó el agujero y regresó a casa. En el sitio donde contó el secreto brotaron unos juncos que repetían  sus palabras cada vez que soplaba el viento y así todo el mundo pudo saber que el rey tenía orejas de burro….
No sé si después les cuente mas de Midas, yo ya me aburrí y no quiero aburrirlos a ustedes.
Edgar Tarazona Angel
https://mitologiagriegaconhumor.blogspot.com

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