CUARTO
TRABAJO
CAPTURAR
AL JABALÍ DE ERIMANTO
Recuerden
mis amigos lectores que un jabalí es como un marrano salvaje muy grande que tiene unos enormes
colmillos y puede matar a una persona
con ellos; no hay noticias de que alguno sea mascota de un niño y menos que en
un circo los hayan amaestrado, entonces, el bicho se las trae. Dice la
mitología griega que este del relato, además, era antropófago, o sea comía
carne humana, haga las aclaraciones porque una amiga confundía antropófago con
antropólogo y decía que uno de sus hijos era lo primero, para asombro de sus
amistades.
Pues
el jabalí de Erimanto causaba desastres en la región de este nombre y este era
el que debía cazarlo con zeta, digo porque casarlo con ese sería unirlo en
matrimonio con una jabalina y ahora que recuerdo así se llama una especie de
garrocha o lanza que usan en una competencia de los juegos olímpicos (otra vez
me salí del tema); no debía matarlo sino atraparlo y llevarlo donde el rey.
Por
el camino nuestro amigo de aventuras se encontró con su amigo el centauro FOLO
quien lo invitó a unos tragos para recordar viejos tiempos y como esa bebida
era exclusiva de los centauros enfurecidos atacaron a Hércules quien se defendió
a patadas y puños pero al notar que seguían jodiendo a punta de flecha mató un
montón (recuerden que las flechas estaban envenenadas con la sangre de la
Hidra). FOLO, se asombro de que una varita tan pequeña matara y tomo una para
observarla pero se le cayó con tan mala fortuna que le hirió una pata (en un
libro dice pié pero se olvidaron que los centauros de la cintura para abajo
eran caballos) y a causa de la herida estiró la pata. Hércules lo enterró al
pie de una montaña que recibió su nombre. Me da la impresión de que todas las
borracheras de nuestro muchacho terminaban en desgracia y aun no existían los
AA para su recuperación (Alcohólicos Anónimos)
Siguiendo
el rastro encontró al animal arrancando árboles de raíz con sus colmillos y al
ver al hombre huyó, tal vez lo confundió con un león por el casco así que, por
varios días, Herculitos lo persiguió hasta cansarlo, saltó sobre su lomo y lo
amarró con cadenas. Igual que con la cierva se lo echó al hombro y lo llevo al
rey para que le diera su siguiente tarea.
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