OCTAVO TRABAJO
ROBAR LAS YEGUAS DE
DIOMEDES
Tal vez a los
colombianos se nos puede ocurrir que de pronto sean equinos de Diomedes Díaz el
cantante vallenato; pero si fuera en esta época tal vez el hombre tenga tratos
con mulas y no con yeguas. Pues el tal Diomedes del mito tenía 20 yeguas
carnívoras, así dice el cuento y no sé cómo puede ser si estos cuadrúpedos
carecen de colmillos y su estómago no está diseñado para digerir carne… pero
todo puede ocurrir en la literatura. Además el desalmado de Diomedes invitaba a
tremendas fiestas y cuando los comensales estaban borrachos los echaba a los
animales como alimento y para evitarles la resaca del siguiente día.
Hércules organizó un pequeño
ejército, lo cual me parece sospechoso porque la idea era castigarlo a él y si
reunió más gente estaba rompiendo las reglas, pero en eso no debo meterme, asi
dicen los libros y Edgar debe cerrar el pico. Diomedes no se quedó quieto y le
salió al encuentro con muchos soldados pero como se puede suponer el héroe ganó
el combate y agarró a Diomedes de las mechas y lo arrojó al corral de sus
queridas yeguas que lo devoraron sin pedirle permiso a nadie. Cosa curiosa, tal
vez el tipo metía yerba y otros alucinógenos porque los equinos se volvieron
mansas y Hércules las ató al carro del rey y se las llevó a Micenas donde el
rey se las obsequió a Hera y como ya antes le dio otros regalos poco agradables
me late que si un rey estaba enhuesado con algo molesto de lo daba a la mujer
de Zeus para que no jodiera tanto. Años después los animalitos fueron devorados
por las fieras del monte Olimpo, eso les pasó por volverse vegetarianas, por
eso yo no dejo de comer carne. Para terminar les dejo un chisme histórico: se
dice que Bucéfalo, el caballo de Alejandro Magno, descendía de una de estas
bellezas.
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